Tuesday, July 30, 2013

Fellow Commuters

Hoy he ido a trabajar. Sé que digo esto mucho, pero hacía tanto tiempo que no iba que por un momento ni siquiera sabía a dónde ir.

El trayecto en cuatro trenes me ha inspirado a ilustraros a los personajes estándar con los que me encuentro cada día.


Mientras fuera cae la fina llovizna que encrespa tu pelo y hace resplandecer tu cara, ella entra en el tren, con sus cabellos suaves y con un brillo que sólo un anuncio de Pantene puede recrear. Yo estoy bastante convencida de que es gente que vive en túneles. Túneles con microclima.



 Sweet! Tasty! Delicious! Sugar Crush!


En un mismo vagón, el promedio de gente que juega al Candy Crush es del 60%. El otro 40%, si están sentados a su lado, admirarán el progreso criticando en su cabeza el mal uso de la habichuela de rayas que podía haber roto varios jellies con un único movimiento. Si ese 40% no está jugando, es porque se les han acabado las vidas hasta dentro de 29 minutos.


No importa la hora, siempre hay uno que desayuna, merienda o cena alguna cosa apestosa del McDonalds, el Subway, el EAT o el Kebato más sucio de la esquina. Los sentimientos encontrados son entre asco puro y envidia extrema.


Uno tiene el Metro abierto y se topa con la sección de Guilty Pleasures. Todos queremos leer la sección de Guilty Pleasures, así que lo miramos con disimulo. Podríamos coger nuestro propio periódico, pero creemos que está por debajo de nuestro caché. También nos gusta juzgar a las que leen Fifty Shades of Grey o Gone Girl. Pero queremos saber de qué va.


Y esta soy yo, que he paseado a mi llama Ola por toda la ciudad. No quería guardarla en la mochila, quería enseñarle la city.

Thursday, July 25, 2013

Los martes nunca pasa nada.

Eso dije.
Luego de repente me encontré en Holloway Road a las 3 de la mañana.

Lo que pasó realmente fue que me tomé unas cuantas cervezas, y luego compré unas patatas fritas en un chicken place. No eran Dixy pero estaban bastante ricas.
Me subí en un autobús camino de mi hogar, y en uno de los traqueteos, todas mis patatas fritas se cayeron al suelo. Eso me llenó no sólo de una profunda tristeza sino de una vergüenza exacerbante que provocó que me tuviese que bajar del autobús por las miradas de juicio que recibía.
Lo que vino después fue un claro ejemplo de por qué tengo que ir a un estudio neurológico al respecto de la orientación.
No soy capaz de quedarme quieta y consultar un mapa, así que camino sin rumbo. Ya encontraré la salida. Ya encontraré una esquina en la que mirar el mapa.
Pero me quedé sin batería en el CityMapper®. Tuve que llamar al Grillo desde el Nokia para pedirle que me dijese cómo podía volver a las escuelas.
El Grillo me preguntó dónde estaba, y me dijo que fuese hacia abajo. Pero yo, siendo yo, me fui hacia arriba. La siguiente instrucción de Grillo fue "estás en Hornsey Road? Vale, ahora lo que tienes que hacer es cruzar la calle y COGER UN TAXI".
Cogí un taxi. Ay, pobre Chuck.

Fue una noche muy curiosa llena de canadienses.

Ayer pasé una resaca que hacía tiempo que no vivía. De hecho, fue similar a la del anterior martes que me dio por salir, en Madrid. Same game, different players.
Por suerte salí a comer fuera y eso me ayudó. Fue un día soleado y pude comprarme unas sandalias.

Por la noche, para completar el ciclo de día de resaca perfecto, compré una pizza en el Pembury para traerme a casa y comerla viendo buena televisión. Iba a ver Oblivion, pero me lié y vi un documental sobre el Ala en YouTube. Fue maravilloso.
Me desperté a las 4:30 en el sofá, mientras fuera caía un monzón que inundaba Amhurst Road. Esto es porque ya me he comprado las sandalias y eso marca el final del verano.

Y hoy doy un vuelco a mi vida y trabajo. He hecho tanto trabajo entre las 8:39 y las 10:20 que se te va la olla. Soy el as de la procrastinación, la reina del último minuto, el quarterback del a toda hostia.

Tomé doble café (®Grillo - Fell in love with a girl)

Voy a seguir trabajando, y hoy sólo voy a beber agua. Y vino tinto.

Tuesday, July 23, 2013

Otro martes.



Busco las ganas de trabajar. No sé dónde las he puesto, no encuentro nada por aquí. Anoche me hice una To Do List del tamaño de un pequeño versículo del Quijote, y la miro, y no, no veo ningún item por el que empezar que pueda ser medianamente excitante.

La buena noticia es que ayer por fin hice un geoguessr casi perfecto. Me llevó hora y media, pero quedó así:


Por la carretera de Texas pensaba que me iba a rendir, pues tuve que recorrer King County Rd y la Co Rd 113 durante 45 minutos.
Una vez haces una hazaña tan honrosa, no puedes seguir jugando al geoguessr, porque nunca lo superarás, y cualquier carretera pixelada de Iowa no será satisfactoria. Con esto zanjo otra de mis adicciones, siguiendo al Apalabrados, el Sudoku y el IMDB Trivia.

Qué será lo siguiente? Me gustaría decir que una necesidad apabullante de orden, control, ejercicio y nutrición, pero lo más probable es que sea otra chorrada que no sirva para nada. Ya os diré.

Ayer estuve en el cine, con mi chaquetita y mi compi, viendo The World's End. Reí mucho, y me dolió la cara a la salida de tener la mueca sonriente. Y todo por £5. Sin duda es el verano de la risa y el Pub Crawl. Desafortunadamente, nuestro Pub Crawl está algo estancado por culpa del Bobo que se ha ido a Devon, y estamos aún en el pub 50.

En otras novedades, me he comprado un ventilador, al que voy a llamar Donald. Está viniendo desde el depot de London Bridge, y lo trae Andrew, mi DPD driver, y la App me dice dónde está Andrew en el mapa y cuánto tiempo le queda para entregar mi envío. El Futuro es la hostia.
Por supuesto como me he comprado un ventilador, la ola (ke ase) de calor ya se está marchando y volveremos a la normalidad. Pero es rojo y es una monada, y quedará muy bien en mi alcoba. Eso cuando mi alcoba no esté invadida por zapatos por el suelo y una bolsa que contiene la colcha que utilizo para irme de picnic, que está llena de hojas, ramas, y probablemente arañas de London Fields. Ah, y cáscaras de... cáscaras? de mandarina? pieles? mondas? ... mondas de mandarina.

No se me ocurre mucho más que contar, ya que sólo estoy escribiendo por desafiar al duende del trabajo y al duende de la limpieza, así que voy a tener que hacerme otro café para inspirarme. Podría, en lugar de eso, trabajar y limpiar.
Naaah.

Ya me he hecho otro café y me he tomado un Espidifen, porque me duele el codo. Creo que es de levantar pintas y llevármelas a la boca. Y no, de momento no voy a ir al médico, así que tsch!
Lo que pasa es que ahora no puedo tomarme el café porque tengo el sabor del Espidifen en la tráquea.

Yo sé que estas narraciones son fascinantes, pero es que es Martes. Nunca hago nada emocionante los Martes, puesto que el Lunes es mi día favorito y es muy difícil alcanzar el grado de mitiquez de los Lunes. Sabéis que es mi día favorito porque es el día que desayuno viendo el nuevo episodio de Newsroom, y luego como viendo el mismo episodio de Newsroom otra vez. Y además ayer desayuné tostadas con Mermelada de Lama® y comí Salmorejo de Eva®, que me llenan de felicidad y sosiego por su alto contenido nutricional y buenos efectos para mi salud de personaje infame que cena Rice Krispies. Rice Krispies con leche orgánica, eso sí.

Me rindo, amigos. Voy a hacer mis deberes.
Soy una profesional, ante todo.
Pfjuajua.

Thursday, July 18, 2013

El Show de Truman

 10 AM. Segundo café, cuarta fika, 17 integer solutions found.

11 AM. Housekeeping break, tiendo la ropa escuchando Black Sabbath. Os dije que sería emocionante.

12 AM. O es PM? Lunch break en el parque con fotopies incluida.

1 PM. Justo a tiempo. Llega el cartero, que por cierto está tó chickenlager, y me trae mis regalos que me envía mi querida madre desde la patria.

2 PM. Geoguessr Break con #grillo en mi despacho del ala oeste.

3 PM. Me aburro TANTO. Pero ya funciona el 01 RU PS de GB1E a PT1A.

4 PM. Hora del té y de la fika. Ya sólo queda otra hora de trabajo y esto quizá empiece a tener algún tipo de interés sociológico. O no.

5 PM. Hora de largarse de aquí con elegancia.

6 PM. En el autobús 277 destino Canary Wharf.

7 PM. Ópera en el parque. Nadie va elegante, sólo nosotras. Nosotras molamos. Tosca.

8 PM. La primera botella de Gallo se ha terminado. Hay más.

9 PM. Ya estamos cantando en italiano y a pleno pulmón "O mío bambino caro".

10 PM. Nos cansamos del arte y la cultura y nos vamos al pub, mirando al gran río.

11 PM. Justo acabo de bajarme del autobús y es que ha sido la hora punta que me ha obligado a marcarme un Dixy.

12 AM (?)
Esto lo he hecho completamente a propósito porque culmina "un día cualquiera en la vida de Pec". Lo cual no significa que no vaya a verla enterita o casi. Sé que lo estabais esperando.


Tuesday, July 9, 2013

Verano



Es verano, amigos.

Hace calor. La gente va en bolas y, desafortunadamente, en chanclas, por las calles, los parques, las avenidas.

Hacía bastante tiempo que no veía hormigas en Inglaterra. Ayer conocí a tres. Me caen la mar de bien, tó laboriosas ellas.

Estoy de camino a Weybridge tras unos cuantos días sin ir. El taquillero de Waterloo ha cuestionado mi autoridad en lo que a travelcards se refiere, y le he sacado mi Masters Degree en Commuting por la Universidad de la Dura Vida. Qué se habrá creído.

Ayer no fui a la oficina porque estuve pensando seriamente en una excusa para no ir que no fuera mentira. No se me ocurría nada, y perdía el tiempo, y perdía el tiempo, hasta que la única excusa real que surgió era que verdaderamente si iba a esas alturas ya llegaría demasiado tarde, y no tengo tanto tiempo que perder.

El karma, sin embargo, estuvo ahí dándolo todo, pues se me encargó actualizar una herramienta de mi propia creación, un trabajo de 18 semanas a efectuar en una mañana. Esas cosas se hacen mejor cuando se va a la oficina. Karma. Con lo bien que yo me porto.

La crisis pasó a eso de las 4 y se me puso por delante una tarde llena de posibilidades y alegría. Convencí a Viveka para que me acompañase a la taberna a colmar mi sed. La verdad es que probablemente ya he visitado los 80 pubs si contasen los que he visitado sin Bobby o Julia.

Después de eso me fui al cine. Los Lunes en Jacni el cine cuesta £6. Y si eres miembro del Picturehouse, £4. Puede haber algo más alentador en la vida que ir al cine por 4 pavos? No lo creo.
Compré una lata de Couk en el Food & Wine, y pálomites pequeñas en el cine por sólo £3.50.
Vi “Now You See Me”, y me lo pasé como un grillo.
Desgraciadamente, ir al cine por 4 pavos en verano tiene un precio, un duro sacrificio que hay que otorgar a los dioses del día del espectador: la absoluta congelación en lo que es un frigorífico gigante cariñosamente apodado Hackney Picturehouse. Lo más probable es que de esta noche no pase y pille una fiebre tropical con delirios incluidos.

La semana que viene me iré a ver Monsters University con la mantita. Juro que me la llevo. Y me mirarán con tanta envidia los demás espectadores que me imagino que harán un hashtag en mi honor. #crazyblanketlady #sheknows #jealous

A pesar de todo, fue un gran lunes, siguiendo a un gran domingo, que siguió a un gran sábado, que siguió a un gran viernes, que siguió a... Oye, qué bien lo pasamos.

Todos saben que el primer concierto al que acudí en mi vida de fan fue Bon Jovi en el Palacio de los Deportes en Mayo de 1993. Y es por eso que decidí acudir a Bon Jovi Hyde Park 2013. Porque pasaron 20 años, y me considero prácticamente igual que entonces. Me hubiera gustado que a este también me llevase mi padre, con su bocata y sus tapones para los oídos, como antaño. En su lugar fui con otra gente; buena gente, pues al encontrarnos allí, vi que ellos también habían pedido dos cervezas por persona. My kind of people.
Por supuesto les perdí en cuanto tuve que irme al baño a mitad del concierto, y nunca los volví a encontrar. Por esto me acogieron varios grupos de gente variopinta, empezando todos la conversación con “you look like you’ve lost your mates!”. La historia de mi vida.
Lo mejor del concierto, aparte de los cambios de camiseta de Jon, claro, fue la afluencia de público infantil. Niños y niñas de 10 años, como lo fui yo, cantándose las canciones. Y es que he decidido que Bon Jovi es un paso esencial de música fácil que te hace entrar, joven e inocente, en el mundo del rock n roll. Luego reniegas durante años, pero lo recordarás con cariño en tu madurez musical.

A la salida no conseguí volver a encontrar a nadie, así que opté por irme a mi casa en lugar de al pub con el grupo de hooligans de Newcastle que me acogió en la recta final.

En el búho infinito soñaba con pizza, y el Dr Oetker no pudo complacerme, pues todo su stock en Hackney es de pizza de Pollo. Los Hackneys y el pollo, colega. Como he prometido que no voy a ir a Dixy sola, pues tengo que buscar otras alternativas. La alternativa a la alternativa fue sandwich de queso a go-go.

El sábado estuvimos de BBQ en Twins House. Qué gran jardín, qué buenas tortillas, qué buenas hamburguesas de Quorn, qué buenas 18 cervezas por £10.
Decir que no sabemos hacer barbacoas y que aunque parezca una escena idílica, todo ese humo de la foto era una neblina con gorilas incluídos que casi nos asifixia.
Estando allí disfrutando del aire libre y las fikas, Bobby mencionó que el Good Mixer no había sido visitado aún en nuestro Pub Quest. Esto encendió el piloto de alarma en mi cabeza y decidí que había que ir ipsofacto. Ese Good Mixer se convirtió en los 4 pubs de Camden. Esos 4 pubs de Camden acabaron en el Feeling Gloomy de Cavendish Square. Tuvimos que rogar al portero que nos dejase entrar, pues estaba cerrado. Lo logramos, y gratis. No pudimos tomar nada, pero pude bailar Fleetwood Mac como siempre había soñado. No todo en la vida son los clásicos del Brit Pop.
Conocí gente rica que venía del concierto de los Stones. Les dije que eran gente rica, de manera amable. Lo pasamos bien.

Y una serie de desdichas en los búhos hizo que llegase a mi casa por la mañana con gafas de sol. Pero ES VERANO, amigos.

Y por último, el domingo. El domingo de dormir 4 horas y decir “whaaaat?”. Mi habitación sin persianas, aka El Horno de Asar, me mantenía agazapada en el sofá preguntándome por qué no tengo piscina, o como mínimo persianas. Esto se solucionó fácilmente con caminar 10 minutos hasta London Fields y sentarme bajo un árbol. Qué gran plan de domingo. Mi revista Empire®, mi Couk®, mis fikas® y yo.

Que sepáis que una de las pelis favoritas de Richard Dreyfuss es Algunos Hombres Buenos, y afirma que la ve todo el rato.

Richard Dreyfuss es mi mejor amigo.

Adiós.


PS. Hoy voy a ver a los Veils. True love here I come!

Friday, July 5, 2013

Hackers morgen



Ext. Morning. - Azotea de Hackney.

He empezado esta preciosa mañana veraniega yendo a una tienda non-for profit charity for Hackney youth a por un café orgánico con leche de soja, zumo de naranja natural no procedente de concentrado y un croissant de harina fair trade.
Mi aspecto es el de personajillo despeinado con pantalones de Rihanna que en realidad va en pijama.
Me he acomodado en la terraza, al sol, en tirantes, con mi portátil y mi desayuno, dispuesta a interpretar la escena del montage de la peli en la que la protagonista tiene inspiración y escribe en distintos lugares de la casa, rápidamente y sonriendo con confianza.
Pues bien - no se puede. El sol te da en la cara o en la pantalla. Entonces mueves el portátil a la sombra y tú tienes frío y ves cómo en la pantalla sólo hay polvo. Además sólo llevo aquí 7 minutos y ya me han atacado una araña y una avispa. Afortunadamente no a la vez.
Pero amigos, resistiré. Resistiré porque me niego a aceptar que lo que pasa en las pelis no es real. La escena idílica no es más que una pose extrema, pero ya sabéis que yo soy de poses.

En mi paseo hacia la cafetería me he topado con un haitiano con una camiseta de Ricky Martin. El otro día nos topamos con un anciano con una camiseta de Brandon Walsh. Y eso da que pensar. Esto es Hackney. ¿Son muy hipsters, o sólo están locos?

Cheech la gata me mira con rencor desde dentro de la casa. Se ha aventurado a la terraza de al lado y la he tenido que encerrar.

Es que estoy en casa ajena cuidando de Cheech. Cheech me mira, y duerme conmigo un rato, y luego se aburre y se va. Yo mientras aprovecho la TV licence ajena y veo mierdas. Mierdas puras. Esta mañana, un anuncio sobre una máquina de hacer pedicuras en casa que me ha dejado fascinada, y un capítulo de 90210 nueva generación que me ha hecho meterme en Wikipedia para investigar el futuro de Naomi y Max Miller. Y es por eso que no debo tener una TV licence jamás.

Voy a ponerme a trabajar, probablemente dentro de la casa, porque esta situación es bastante absurda ya que, aun en la sombra y con jersey, no veo nada.

Wednesday, July 3, 2013

Cronología arbitraria



Noto como de mi oreja izquierda salen unas fórmulas de Excel y 684 líneas de International Transportation Policies.

Sí, amigos, tengo tanto trabajo que hacer. Es el segundo día consecutivo que llego a la oficina a mi hora, y no soy capaz de procesar esas tareas a una hora tan temprana. Así que escribo un poco, pues hace unos días que no me quejo de cosas.

Hoy no me siento quejica, salvo quizá de nuevo por mi pelo. Esta mañana ha decidido que para qué ser Diana Ross, para qué ser Farrah Fawcett, cuando puede basar su apariencia en la de esa señora que va a la peluquería una vez por semana y el quinto día aún tiene fé en que su peinado “aguanta”. La Bruja Avería a mi lado es la protagonista del anuncio de Pantene.

Quiero ir a la salita del café a por algo, pero oigo a la gente preguntándose “how are you” mutuamente, y no quiero formar parte de ello. Por suerte no es lunes. Los lunes te preguntan “how was your weekend”, y yo no sé qué contestar. Suelo optar por “it was good”. Podría también relatar la verdad y contarles que me comí 3 tortillas de patatas de Aurora®, me bebí 10 cervezas, visité 6 pubs, comí 2 de Dixy y fui a la compra al Tesco®. Podría también relatar que me fui a pescar salmonetes al Lake District. Eso es mentira, pero dado lo que les importa, es una opción válida como cualquier otra.

Ayer decidí irme al cine sola. Cuando salió el anuncio de “A shared experience... gone”, del cine en ruinas gracias a la piratería, empecé a pensar que por £9.68 con descuento por la entrada, y las pálomites y couk que me costaron £7.25, no es gracias a la piratería.

Os digo que mereció la pena a todas luces, sin embargo. Fui a ver This is the End. Es como si a Riki, a Car y a mí, nos dieran un montón de dinero por convertir en largometraje nuestro corto de 1992 “El Silencio de los Borregos”, y todos nuestros amigos, incluyendo a Rihanna, estuvieran dispuestos a salir en él haciendo el gilipollas y reír durante días y días. Imagináos. Si yo ya amo la vida sin dinero y ostentación, cómo lo pasaríamos con un productor ejecutivo que nos dejase aprovechar nuestras indulgencias!

Estuve en el cine de Wimbledon. Es el mejor cine, a pesar de estar lejos del hogar. Está cerca de la oficina y siempre es bueno salir de Weybridge y poder llegar a un punto de civilización en 20 minutos. Lo haré algo semanal, siempre y cuando esté en la oficina. Lo cierto es que hacía tanto tiempo que no estaba en la oficina que la gente se empieza a preguntar si todavía trabajo aquí.

Cuando llegué a casa, me fui a dormir a las 10:30. Hacía tanto tiempo que no dormía que ha sido una sensación extraña. Cuando he entrado por la puerta de la oficina esta mañana, sólo anhelaba seguir durmiendo, y por un momento en mi cabeza ha surgido la idea de que venía a eso. Que entrando por la puerta, el propósito de mi visita a Weybridge era encontrar la salita de primeros auxilios y dormir.

Y es que son unos días llenos de actividad y madrugones. No quiero decir madrugones, quiero decir simplemente levantarse pronto, pero no encuentro el sustantivo adecuado. El caso es que los únicos días que no me he levantado antes de las 7 ha sido porque no me he acostado antes de las 6. La vida de Madrid, sus excesos y sus jarras de cerveza a €1.

Podría hablar del monstruo del estanco, de los chóppitos, de robar en el 100 montaditos, de bares cerrados y flores de concurso, de aeropuertos en Cuenca, de comprar siempre toda la pizza, de los taxistas que te preguntan si pueden formar parte de tu grupo de amigos, del grillo medieval, que te ayuda a llevar el mulo; del sexo con mujeres de una sola pierna, de la hija maldita de Mumford... En definitiva, del “Loco Tren de Diversión®” que vamos acarreando.
Pero no voy a hacerlo.
Es necesario olvidar lo específico de estas vivencias y quedarse sólo con el recuerdo de las risas; para así poder tropezar con la misma piedra una y otra vez, y repetir aciertos, errores, resacas y raciones de patatas fritas.


El otro día compré lentejas, puerros, cebollas, zanahorias y patatas. Cuando me pongo a hacer lentejas me meto en el papel de persona adulta con una vida equilibrada. Cuando compro los ingredientes y pasan los días y el puerro empieza a sekarse, me doy cuenta de que no voy a pasar el casting.