Una serie de reflexiones

Hoy he decidido encontrar respuestas. Basta ya de preguntarse y de máquina Y Si.
Cómo es posible que no sea CALVA después de sacar lo que podría ser una perfecta peluca podrida del filtro de mi aspiradora?
Pues resulta que una persona normal pierde entre 80 y 110 pelos al día. Y que tenemos entre 80.000 y 150.000. Es muy deprimente este hecho porque significa que voy a seguir aspirando pelos. Salvo que me rape. Ahh amigos, el rapado, esa tentación en la que Bonnie de Friends nos enseñó no debemos caer.
Por qué a pesar de que es lo más asqueroso del universo, sigo fregando el filtro de la aspiradora? Porque no me queda más remedio.
Acaso limpian la moqueta de la oficina? No, amigos. El lunes escupí una uña en la puerta y ahí sigue, exactamente donde la dejé.
Sirve aspirar el pulgón del rosal para acabar con él? Lo sabremos mañana si vuelven a aparecer los pequeños cabrones.
Las cuestiones relacionadas con Russell (mi aspiradora) terminan aquí. Sí, ya sé que tendría que haberla llamado J. Edgar, pero eso será la próxima. La Dyson.
La otra pregunta que me he hecho hoy ha sido si necesitaría una licencia para conducir un forklift. Tengo muchas ganas de conducir uno. Resulta que hay que obtener un certificado. Hay una fábrica en Newhampcestershire (es bastante probable que me haya inventado este pueblo, sí) en la que por 120GBP te dan un training de 3 días. No lo voy a considerar, tendré que esperar a que alguien quiera prestarme el forklift en un day out.
Más cosas: Por qué pongo la lavadora de sábanas si lo odio? Porque no me queda más remedio, otra vez. Cuando sea rica, nada de castillos ni jets privados: Voy a gastar mi dinero en comprar sábanas nuevas y no lavar nunca las otras. Mwahahaha. O podría contratar a alguien que lavase mis sábanas. Todo es cuestión de hacer un análisis de coste vs beneficio. Cavilaré al respecto.

Ahora me estoy acordando de lo increíble que fue Satellite of Love en el concierto de Morrissey.

Me ataca un insecto. En mi propia casa. Muere hijo del mal.

sí, el verano, sí...

No tengo nada que hacer. Como Toby aquel día en que luego le toca luchar por los credenciales de la periodista de tabloid rusa que resulta ser basura.
Ayer estuve en la ciudad. Caminé tanto que al final me torcí el tobillo. Y todo para haber comprado mi nuevo playsuit online. Pero vi unas botas en Bertie's, y vi un perro salchicha negro y un perro boliche blanco que iban juntos por Kensington Gardens. Todo merece la pena.
Ahora tengo un trozo de a) patata frita b) calabacín o c) judía verde en mi muela. No tengo chicles, ni palillos. Me espera una tarde complicada.
Esta mañana he perdido el tren, como estaba previsto (como estaba previsto) y he tenido que hacerme la simpática para conseguir que me llevasen en taxi. Lo bueno es que era mi taxista preferido y le he dicho "hey". Lo bueno de vivir aquí es que puedo decir "hey".
Ahora me está molestando cierto chino. Es que macho, la peña.
Ahora voy a jugar a imdb un rato.

Summer in the town

Están ocurriendo muchas cosas este verano, y yo no las estoy documentando. Mis biógrafos pasarán una mala época tratando de inmortalizar estos meses de mi vida.
Hemos tenido las #LondonRiots, la Operación Grillos Lanzadera #1, Arcade Fire in Hyde Park, Pulp in Hyde Park, Pete Doherty en The Blues Kitchen, Harry 7.2, Super 8, The Hangover Part II, Horrible Bosses, Captain Americarl, el Global Corporate Challenge, la invasión católica, el vegetarianismo y muchas cervezas.
Pronto comienza la Operación Grillos Lanzadera #2 (Reading has them now). Sí, dentro de una semana nos vamos a Reading a ver a los Strokes. Can you believe that?? Oh yeah.
Luego, comenzaré mi nuevo trabajo en CHEP. Nuevo trabajo en CHEP. The world has changed. I feel it in the earth, I smell it in the air. Cool, wicked, awesome.
Y después de eso, me voy a Berlín a ver a Luch y a Suede. Cómo? Otra vez a Suede? Pero no será la vez número 14? Así es, amigos. Muérete de envidia, cocinero de la tele.
Y luego, siempre que a nadie le importe, gracias, me voy a Seattle a ver a mi Pachín. América, América. Land of the free, home of the burger. Y eso que no voy a comer hamburguesas. Oh dios mío, la felicidad es esto.
Por lo demás, me he convertido en Britney Spears últimamente. Y me he comprado una mona rosa.
También vi a Vladimir Putin montando en bicicleta por Hartfield Crescent.
Hoy he decidido escribir porque es el día en que he decidido hacer todo lo que tengo que hacer. Eso es, aparte de limpiar el foso y alimentar a las gallinas, recoger y limpiar, y volver a transformar el crackden donde vivo en un hogar tolerable. Por supuesto la mejor manera de retrasar lo inevitable es siempre haciendo algo que parece que es de provecho, pero es sólo otra mera excusa para no levantarse de la cama. Porque no me he levantado de la cama, claro.
LaPlant tiene unos pulgones y tengo que matarlos. Pobres, creían que vivirían felices en su nueva colonia. DIE FUCKERS DIE! Pobres...
Que tengáis un buen sábado.