Friday, November 4, 2011

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Hoy ya no tengo aventuras que relatar. Simplemente es viernes, 4 de Noviembre, y el sol entra por mi ventana y no veo. Normalmente añadiría "un cagao" a esa frase, pero esta semana he hecho un voto de ser nice. La gente nice no dice palabras malsonantes.
Llevo toda la semana siendo amable con todo el mundo y sin meterme con nadie, tanto en su cara como a sus espaldas. Es duro, amigos, es muy duro. Gran parte de mi humor se basa simplemente en decirle a la gente que es imbécil de una manera cómica. Por esto, me cuesta encontrar respuestas a muchos comentarios estilo "hace frío", "son las 5 y es de noche", "estoy cansado". En serio, parece que trabajamos en una mina, con tanto "I'm so tired". Me abstengo.
Desde que volví de América han pasado muchas cosas divertidas aquí en Inglaterra.
Lucha perdió su vuelo a Seattle en Heathrow y pasamos una memorable noche bebiendo cerveza en Earl's Court y luego tratando de volver a SW19 un domingo a las 2 de la mañana. Clap your Ham Say Junction!
Después vino Lama, y me hizo muchas cosas de comer, y fuimos a cenar al Thai, y bebimos cerveza, y paseamos por los parques.
Wow, me he cambiado de lado de la mesa y veo la vida desde otro punto de vista! Esto es tanto en sentido figurado como literal. No entiendo cómo hay gente que puede estar triste en sus miserables vidas si pueden cambiar una silla de sitio y disfrutar la novedad.
El viernes pasado empecé mi semana de niceness en un coche a ritmo de Coti, Revólver, Mecano, Shakira... Sí. Normalmente habría dicho "por qué no paras en esta cuneta, me bajo, vomito, y luego hago autostop y me secuestran y me llevan a una cabina como a Mary Bellows?" Pero decidí que la gente era feliz así, y si bien no lo comparto, debo dejar que disfruten de estas cosas, porque en el fondo a mí me gusta que la gente sea feliz. Completamente equivocada, sí, pero feliz.
El sábado llegó el Otoño. Lucía un sol radiante y la resaca era suave, y nos dimos a las calles. Compras, pub, Hampstead Heath, pub, otro pub, fish & chips, Enterprise, Halloween lleno de furcias. Me lo pasé muy bien, si bien casi muero porque me estaba meando y un sucio empleado del McDonalds me cerró la puerta en la cara y no me dejó ir a mear. Esto no es nice, pero me sentía así, no puedo negar mi propio cerebro.
El domingo me deprimí un poco (no había descubierto la posibilidad de cambiar la silla de sitio) así que me fui al Museo de Historia Natural a ver animales. Nunca había visto un camello a tamaño real, y me gustó familiarizarme con la fauna. Y luego comimos pizza, porque yo quería pizza desde hacía varios días. Eso me recuerda a que hoy tengo que comer. Qué rollo, comer, de verdad, a ver cuándo llega el futuro ese que nos prometieron en el cual nos alimentaríamos de complejos vitamínicos.
Ayer volví a comprar las sábanas que no eran. Pero quedan bien. Renové mi alquiler y ahora pienso que mi casa es mucho más mía, y la voy a llenar de clutter! HA HA. Pronto voy a Madrid, y traeré basura, y comeré más patatas fritas.
Creo que no he comentado nada de fumar en este post. Voy a echarme una fika.