Thursday, September 19, 2013

#mandarinas #thor #trabajo #perro #colágeno #cabecilla

Me gustaría contratar a alguien para que pelase mandarinas y me fuera dando los gajos poco a poco.

Dicho esto, estoy pasando una semana muy difícil.
Hoy es el cuarto día consecutivo que estoy en Weybridge. No hay calefacción y me veo obligada a llevar abrigo y tener debajo de la mesa un radiador como una vieja en una mesa-camilla. Me rodea el habitual vacío y el desasosiego de la llegada del otoño en las pocas personas que acuden a este lugar maldito.

Todos los días quiero llegar a casa y no hacer nada. Todavía no lo he conseguido ningún día.

El lunes perdí el primer tren, porque la gente es cruel, y tuve que coger el segundo que tarda media vida en llegar a Vauxhall. Allí estuve barajando la posibilidad de no ir a casa, pero decidí que lo mejor era llegar cuanto antes e ir a ver Newsroom. Sweet Smell of Success. Menudo episodio maravilloso. Bravo, Aaron, bravo.
Cuando digo “llegar cuanto antes” sólo significa que tardé 2 horas de puerta a puerta. Esto se debió fundamentalmente a la pérdida del tren, pero también a mi estupidez que todos ya conocemos. En Highbury & Islington, vi que el Overground llegaba en 1 minuto, y vi que no me daba tiempo a cogerlo. Así que salí a echar una fika esperando al siguiente. El siguiente tarda 12 minutos y yo normalmente tardo 6 en echar una fika. Me puse a leer el periódico, una cosa llevó a la otra, y perdí también el siguiente Overground. Así soy yo.

Después de Newsroom me fui al cine en mi compañía de mi propia persona a ver Rush.

Me encantó Rush. Buena historia, buen desarrollo de personajes, buen diálogo, buena fotografía, buen diseño de producción, buena banda sonora. Planazos y adrenalina. Y creedme, es muy difícil concentrarse en todas esas features cuando el protagonista es Chris Hemsworth vestido (o sin vestir) de James Hunt. Hacía tiempo que no me pasaba algo así, esa completa pérdida de la razón por culpa de un chickenlager en una pantalla; desde que Brad Pitt salió en Friends, cuando tuve que darme cabezazos contra el sofá. Y cavilo. ¿Cómo puede este tío salir a la calle sin que la gente le grite en la cara, le intente secuestrar, se abalance sobre él entre llantos de anhelo? Poderoso Dios del Trueno indeed.

Sigo bastante enferma y tengo ataques de tos de Bueller. La gente en el tren se cambia de sitio para no estar cerca de mí. Deben de creer que tengo tuberculosis. No lo descarto. Y ahora huelo a mandarina por no poder contratar a ese asistente del que os hablaba. Soy asquerosa.

El martes me fui al Boots de Waterloo a hacer acopio de medicinas. Compré caramelitos para la tos, Smints, un cepillo de dientes, Kleenex de bolsillo y Kleenex de caja. Me olvidé de comprar las medicinas, porque soy gilipollas.
Llegué a Hakni a encontrarme con la peña y cenar pizza. La pizza fue todo un éxito, a pesar de mi tos. Desafortunadamente probé una Ale, cosa que voy a empezar a negarme a hacer a partir de ahora. Pienso que a nadie le gusta realmente la Ale, y que sólo las piden para que parezca que son unos entendidos de la cerveza y ser más pro-local brewery. LAGER LAGER LAGER shouting LAGER.

Ayer pensaba irme a casa a ver Inglorious Basterds, porque me apetecía mucho. En su lugar decidí que si me iba al Prince Charles con Jim y Ariel a ver Heat, no sólo haría un Check-In en un cine nuevo que me daría la posibilidad de obtener la plaquita de Cinefilia Nivel 2 en Foursquare, sino que también sería una buena acción por mi parte, siendo Heat la película favorita de Jim.

Estuvimos en The Harp, pub que se jacta de poseer una grandísima colección de Ales. Obviamente ya he aprendido la lección y no probé ninguna. Pero es un bonito pub.

En Heat tomamos palomitas pequeñas y unas cervezas. Primero se me acabó la cerveza, luego las palomitas. Jim fue a por más cerveza pero habían cerrado el bar. Yo tuve que salir al baño. Al salir al baño ya me perdí un trozo de peli. Después de eso, me fui quedando dormida a intervalos. La conclusión es que realmente no me enteré de nada, que no supe quién era el personaje que resultaba ser Henry Rollins hasta el final y que me aburrí como un mono en una jaula vacía. Entonces me deprimí por pensar en toda la gente que me la había recomendado pensando que me gustaría. ¿Cómo me va a gustar a mí esa peli? Lo único que me gustó fue la escena de Xander Berkeley, y no dura ni tres minutos. Tres minutos de una peli de CIENTO SETENTA. ¿No veis que yo tengo que irme a mi casa con mi familia? A las 23:30 en Charing Cross Road esperando al autobús. ¿No veis que estoy enferma?


Hoy me voy a una exposición a una galería de arte. Yo no encajo en el universo de las galerías de arte. Al darme cuenta de esto, es a la vez un alivio y una decepción, porque, entonces, ¿en qué universo encajo yo? Que esto es Hackney.

1 comment:

  1. "Heat" es una caca de vaca. Está sobrevaloradísima y es más larga que una semana sin queso.
    Pero no me hagas mucho caso, porque a mí no me gusta "Newsroom".

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