Thursday, April 12, 2012

Sayonara Baby, or Day 9



Cuando dije que hoy no hicimos nada es por eso, porque no hicimos nada.

Tendré que engrandecer los acontecimientos de un día tan común. Allá voy.

Por la mañana, yo no tenía prisa por levantarme. El plan era ir al Tsukuba Center en busca de los billetes del autobús del aeropuerto, comprar algo de comer y dar una vueltecilla. El Grillo, viendo la situación de calma y vaguería dijo “yo a lo mejor voy yendo al Tsukuba Center y os espero allí”. Como si eso fuese algo posible. Aún así seguía con la idea en la cabeza.

Yo seguía en la cama cuando Aiti me dijo algo y contesté “that’s irrelevant”. Aiti gusta de canturrear y tiene una vena folklórica intrínseca. Así que contestó “that’s irrelevant, that’s irrelevant, dubidubi du dubidubi du”. Lo convirtió en una melodía. DIVERSIÓN dijo “oh esto hay que grabarlo con el Garage Band”. Así que eso se hizo y se invirtió buena parte del tiempo que El Grillo “nos esperaría en el Tsukuba Center” en el temazo.  Por supuesto nadie se fue de la casa antes de las 4 de la tarde. *Nota del autor: esto pudo ser cualquier otro día, si os digo la verdad. Pero la autobiografía es lo que tiene.

Una vez más perdimos el autobús en nuestra cara, así que cruzamos el campus para coger el otro autobús. Decir que en Tsukuba viven los estudiantes de Scuba Diving y era fin de curso. Allí, al contrario que en cualquier país civilizado, los estudiantes se mudan a pisos vacíos y se tienen que comprar su propia nevera, su propia lavadora, su propia cama. Y cuando se van, tienen que llevarse su propia nevera, su propia lavadora, su propia cama. Esto desencadena en que es fin de curso y la calle está llena de lavadoras, neveras y camas con las que no han sabido qué hacer. Es muy absurdo. Aiti también debía deshacerse de todas esas cosas. Me extraña que no haya una mafia europea de vigilantes en los vertederos para compra y venta de lavadoras. Si yo viviera allí ya sería el Capo Demónibol. Bueno no, si yo viviera ahí sería una señora muy gorda y deprimida con gatos. Porque menudo agujero. Pero eso es irrelevante. Dubidu Dubidubidu Dubidu. Eso sí, hay que darle la enhorabuena a Aiti por haber aguantado 4 años. Eso es fuerza de voluntad. Al parecer la leyenda dice que los estudiantes de Tsukuba se convierten en árboles mientras mueren en la agonía que proporciona el lugar.

En el Tsukuba Center compramos los billetes de autobús y tratamos de pedir un taxi para recogernos a las 5:30 de la mañana siguiente. Todos los servicios de radiotaxi nos dijeron que no trabajaban tan temprano. Íbamos con maletas gigantes llevando mudanza de Aiti así que el caminar no era una opción válida. La opción desesperada era coger un taxi a medianoche al Karaoke con las maletas y pasar allí la noche. Por desgracia para vosotros, Aitana encontró un taxista que le dijo que nos recogería, así que no hubo aventura sorprendente y curiosa.

En el supermercado compramos víveres para el avión a saco, sabiendo que una tendría curry indio y otra NADA para comer en el vuelo. Compré más García Baquero para hacerme 3 sandwiches que me alimentasen. Y M&Ms para satisfacer el visionado de buenas pelis! También tenía pipas que me había traído expresamente El Grillo para los dos trayectos. Todo estaba bien planeado.

Echamos unas fikas en la zona de fumadores de Tsukuba. Nadie entiende este cartel.

Estábamos como a 1 metro de la zona cuando una señora salió del Center y nos dijo que si podíamos por favor fumar más cerca de la zona. Esto en perfecto inglés. Seguro que todos hablan inglés cuando quieren. Luego nos dimos cuenta de que la señora dedicaba sus días a estar en la puerta del Tsukuba Center vigilando a ver quién fuma a más de 1 metro de la zona de fumadores.

Volvimos a la casa porque venía gente a coger muebles a Aiti. Allí en la casa charlando con los amigos de repente hubo un terremotito. El segundo en nuestra estancia. En el primero, Car se acojonó y estrujó la mano de Aiti y me dijo “ven Pec!” para que fuera a estrujarme con ellas también. Pero yo elegí mi cama hinchable y me tumbé en ella mientras pasaba el temblor de tierra. Esto Car me lo reprochó: “No quisiste morir conmigo”. Supongo que era porque sabía que no íbamos a morir. O no. Nunca lo sabremos.
En este segundo terremoto Car estrujó la pierna de la amiga de Aiti. Eso es así.

Estuvimos recogiendo la casa, tirando millones de cosas que cualquiera con cierto Diógenes habría conservado, y quitando cosas de las paredes. Y comiendo nachos. Mmm nachos.

Como última cena fuimos a un restaurante que le gustaba a Aiti en el barrio. El de la foto. Tenía para cocinar yakisobas en tu mesa. Y pitchers. We like pitchers. También había muchos muñecos por todas partes, incluyendo esto de aquí.
 So fuckin weird.

Yo pedí patatas fritas (CLARO) y comí un poco de lo que había en la mesa. De postre pedimos unos cócteles con frutas. El mío de manzana. El mío era el mejor. Como siempre.

Volvimos a la casa y el plan era no dormir pero Aiti y El Grillo se fueron quedando dormidas. Yo me dediqué a estar en internet y comer nachos. Luego me reprocharon el ruido que hacía la bolsa de nachos mientras dormían.

Al final eché una cabezadita. Todo salió de acuerdo con lo planeado y el taxista estaba ahí a las 5:30. Llegamos al autobús con 20 minutos de antelación que invertimos en helarnos esperando y viendo a Teguci huír de los cuervos.

Nos despedimos de Aiti. No fue doloroso, la veríamos muy pronto.

El buseto del aeropuerto es más cómodo que el avión. Se echan patrás los asientos, y va tan despacio que el movimiento es como el de una cunita. Tras 2 horas desgraciadamente llegamos a la Terminal 2.

Echamos unas fikas® y luego nos pusimos a la cola de British Airways. El Grillo fue a ver qué había por ahí mientras yo esperaba, y me trajo un croissant. No había más que gente que venía de esquiar. Al parecer la gente se va hasta Japón para esquiar.

Pagamos exceso de equipaje(claro) y pasamos el control etc etc. El control es un poco broma, no te tienes que quitar los zapatos ni nada.

Y fuimos a echar una fika. Allí se puede fumar cuando pasas el control :) FIKAAAAS! Por supuesto es un ambiente repugnante pero es mejor que nada.

Y luego yo me fui a sentar mientras la gente es absorbida por la publicidad y el consumismo de los aeropuertos. Me pone enferma lo de los aeropuertos. BURBERRY. Vete a comprar un bolso BURBERRY al AEROPUERTO, IMBÉCIL!

Avión. Mismos asientos de la ida. Delante tenía a un occidental que estuvo la mayor parte del vuelo sin bajar su respaldo. SCORE!
El Grillo se sobó prácticamente todo el vuelo. Y yo no me sobé prácticamente nada y vi muchas muchas pelis, entre ellas I Love You Man que cada vez me gusta más. Anwar El Sadat...
Y El Grillo se comió uno de mis sandwiches
¬_¬
Y justo antes de llegar vimos The Departed (tradición) pero la megafonía justo apareció en mi escena favorita (cuando suena Comfortably Numb en el apartamento de Little Miss Thing). Ya llegábamos!

Y en UK me despedí de El Grillo. También la vería pronto.

Y hacía 22 grados, el sol brillaba, los almendros estaban en flor y fui feliz en mi pequeña isla. Y tardé 20 horas en llegar a mi casa. Y vi Lost in Translation. Y la dejé a la mitad porque se me había olvidado que era un coñazo insufrible.

Y ya está, eso ha sido el viaje a Japón. Phil Connors, gracias por verme. Hasta la próxima.

Aquí os dejo el terror. No me juzguéis.


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