Saturday, April 7, 2012

Anatatachi wa watashi no kokoro no nakani imasu o Day 6



Sábado, 24 de Marzo de 2012


Por la mañana el Grillo y Aiti salen a por desayuno mientras el Churk retoza con su almohada. Me traen croissant, M&M's y galletitas. Demónibol contento.


Hoy nos lo tomamos con mucha calma porque íbamos a ir a trasnochar a Tokyo. Escuchamos músicas, y perdimos el tiempo, y yo decidí vestirme de Manic.
Uno de los hábitos de El Guía consiste en, estando haciendo el vago las tres, de repente decir "bueno, estáis listas? vamos!". Esta frase viene única y exclusivamente en el último minuto. Nunca jamás lo dirá con cierta antelación para ir preparándonos de que debemos salir a cierta hora. Por lo cual, el correr hacia el autobús es un clásico de Tsukuba-shi.


Pesádibol quería echarse una fika antes de subir al tren. Las locas del Starbucks queríamos unos Starbucks.
Cogimos el tren. Pesádibol se enfadó porque ella no tenía café y además el tren tarda mucho en llegar a Tokyo. Como si eso fuera algo nuevo. Yo aproveché el enfado para jugar al Angry Birds e ignorarlas. Demónibol. Es posible que todo esto fuese otro día y no este, pero sabéis qué? "Y si no hay mañana? Hoy no lo ha habido!". Yo qué sé.


Llegamos a Shimokita (Malasaña) ya de noche. Nos dimos unas cuantas vueltas por ocho millones de tiendas de segunda mano. Diré que Grillo le había preguntado a El Guía antes de su visita que si en Japón había tiendas de segunda mano. El Guía había dicho "no sé, creo que no". Hay millones de tiendas de segunda mano, para el alborozo de El Grillo y para mi pesar. El Guía.
De aquí tengo una foto de metarrealidad en la cual Car lleva su gabardina puesta y está mirando otra gabardina igual.
Ah por cierto, sabéis lo que cuesta la típica camiseta de Joy Division de unknown pleasures de segunda mano en Japón? Pues cuatrocientos euros. Sí. Supongo que el dueño anterior era Hiro Hito.


Vimos algunas tiendas de antiguedades y más ropas y todo eso. Boring!


Quedamos con Alejandra y nos dirigimos a la cena de despedida de Aichan en el Tibet Tibet. Car y yo hicimos un detour antes de ir para comprarle una plantita para su casa por haber sido tan amable de dejárnosla. Más maja. Y no nos perdimos ni nada. Kudasai, arigato gozaimas.


La concurrencia en la cena consistía en: mogollón de japoneses que sólo hablan japonés, mogollón de españoles que hablan japonés y español y el Grillo y yo. Do you speak English? NO. Pero intentan aprender español. Al parecer la primera frase que Aiti les enseñó fue "O follamos todos o la puta al río". Me parece perfecto.




Qué es esto? Cerdo. Qué es esto? Pollo. Qué es esto? Gambas. Qué es esto? Algo asqueroso que no te preocupes que lleva animal dentro. Me consuela decir que aunque hubiese estado allí en mi época no vegetariana, toda la comida me habría dado asco igual. Así que decidimos invertir los 4000 yenes por cabeza en simashenear MUCHO biru y mucho vino, nomijodai.


Aproveché que Raquel estaba allí y es Raquel para que les pidiera la contraseña de la Wi-Fi a los camareros y así me entretuve en ocasiones usando el Whatsapp para quejarme de la comida. También Raquel siendo Raquel, tan maja, pidió un plato vegetariano para nosotras. Por supuesto me dio la risa porque era un plato de esos que saldría en una película: tofu, un alga, algo hecho de algo repugnantemente vegano, etc. Así que se puede decir que yo tenía hambre desde el croissant del desayuno que tan lejos quedó.


Después de "cenar" fuimos a un karaoke MGMTiano. Hasta ahora sólo nos habían asignado salitas pequeñas porque éramos pocas, y el karaoke de hoy era esto:




Os podéis imaginar el flipe hortera surrealista lo feliz que nos hizo. En la foto, Raquel y yo cantando Aerosmith.


Aiti me trajo unos kikos. Me sentía un poco El Imperio del Sol, queriendo una patata con gorgojos, y los comí ávidamente. Pero no era suficiente. Así que El Grillo y yo nos fuimos en busca de comida, sin guía ni traductor ni móvil ni mapa. Aventuras!!


Le habíamos echado el ojo a este bar:




MOLA o qué! PET OK! TABACO OK! Es como hecho para mí. Así que entramos. 


"Konnichiwa. Fraido potato kudasai. Y BIRU, two".
"WACHI WOKITA WINIKAHARU KOBATSU-MA WACHI WICHI KIRIKO KOMO KATO"
"Whaaaaaaaaaaat?"


Yo lo tenía todo bajo control con Fraido potato y biru, no entendía cuál era el problema. El camarero tó majo dijo en alto algo en el bar. Y se levantó un japo de pelo largo y sedoso y vino a la barra con nosotras. El camarero había preguntado si alguien hablaba inglés y este chico había sido peluquero en Riverpoor Streeto. Nos explicó que no había patatas fritas, pero que nos las iba a hacer, entonces tardarían un rato. De momento pedimos biru. Eso sí nos había sido entendido. El japo que hablaba inglés trajo a su amigo que no hablaba inglés. "Yo me llamo idfdsjfsd y este es mi amigo fhksdhfksd". A lo que yo dije "Encantada, MIKE and JOHNNY". "Johnny ha ha ha ha" "ha ha ha Johnny".
Se nos habían acabado los Kent así que dijimos "no tenemos tabaco, dónde podemos ir a comprar?" y Mike dijo "no, ellos os compran tabaco". Y así fue, ellos fueron y nos trajeron tabaco. Compartimos nuestras fraido potato con Mike y con los camareros, se lo habían merecido. Car pidió salsa picante japonesa para ponerle a las patatas. Lo mejor que tenían era tabasco. Mike lo probó y mientras trataba de hacerse el chulito le caían gotas de sudor del sufrimiento del chilli por la cara. Los japos son sensibles.
De repente aparecieron como 7 amigos de Mike diciendo "Carmera y Bec".


Pensamos que era hora de volver al karaoke y dejamos ahí a Mike y Johnny y los 7 samurais.
La gente del karaoke ya pensaba que nos habíamos perdido sin esperanza. Algunos seguimos cantando, otros se durmieron en los sofás. No sé cuánto costará un hotel en Tokyo pero en un momento dado, en los karaokes se duerme bien.


Al amanecer, en el último minuto "vamos, tenemos que irnos!" (de nuevo, El Guía). Si no te vas al instante te cobrarán otra hora de karaoke.
Y aquí me cabreé yo porque fuimos al McDonalds y sólo había 3 cosas: una patata repugnante, una hamburguesa o un fillet'o'fish. Car se pidió tres patatas repugnantes y un fillet'o'fish y yo me fui a la calle a quejarme, fumar y jugar al angry birds.


Aichan se despidió de todos sus amigos con tristeza. Y yo aproveché para irme al combini y comprar comida real. No era muy real pero algo es algo.


En el tren de vuelta todos dormían y yo observaba a la población. Domingo en Japón. Duermen igual que los lunes, martes o miércoles. Duermen. Al parecer por eso viven tanto. Y supongo que también porque su comida no tiene sal y además está asquerosa, entonces comen poco.

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