Wednesday, August 28, 2013

Hoy hablaré del tiempo.



Aquí en Londrak hay que salir de casa con la maleta como si de una mudanza se tratase.

Hoy hacía frescor matinal y había una tupida niebla mordoriana que no me permitía ni ver el Shard desde mi ventana. Por este motivo me he enfundado mi cazadora de cuero hackneyana y me he echado a la calle, terriblemente tarde, para acudir a mi lugar de trabajo.

En mi lugar de trabajo hace mucho frío por el aire acondicionado mal regulado, como siempre después de un bank holiday. Así que también tengo que llevar en una bolsa una chaquetilla para poder trabajar/estar en mi sitio fingiendo que trabajo sin morir de hipotermia.

La Waterloo & City line tiene un microclima húmedo y cloáquido que yo atribuyo a eso de ir por debajo del río. En este trayecto de 4 minutos has de ir preparado para poder quitarte de encima cuantas más capas sea posible o serás Diana Ross para el resto del día.

Al llegar a Waterloo y echar una fika en el aparcamiento de bicis con tu café de Costa® es menester llevar algo que no absorba el olor de los efluvios que suelta la parte de atrás del Pret A Manger.

En el tren de las 9:12 puedes llevar lo que quieras ya que no va nadie en él porque nadie llega 45 minutos tarde a trabajar. Ni siquiera yo. Yo llego 75 minutos tarde porque hace sol y paso de pagar £4.75 a un taxista que nunca me ofrece darme el cambio de £5.

En esos 25 minutos de caminata por el bosque has de ponerte y quitarte tu cazadora hackneyana dependiendo de si vas por el sol o por la sombra. Esta operación es bastante incómoda ya que ya de por sí llevas el bolso y la bolsa con la chaquetilla, así que eliges una opción u otra: a) helarte o b) que parezca que estás bajando la cuesta que va del camping al pueblo en Benicassim.

Al llegar a tu destino, sudando como un cerdo engrasado por haber elegido la opción B, has de enfrentarte a la combinación de aire acondicionado de 5 grados y temperatura corporal de 40.

 Y este es mi relato sobre el tiempo.

Por lo demás, ayer me fui al cine de Wimbledon a ver We’re The Millers y reí como aquel cochinillo feliz. Detrás tenía a un tipo que no paraba de decir “Oh wow” cada vez que algún personaje decía una salvajada obscena. No fueron pocas veces.

De camino a las escuelas iba a hacer una parada técnica en casa de Jim y Ariel porque son una gente maravillosa que va de vacaciones a Barcelona y me trae dos botes de Pueblo.
La parada técnica, cuando tus amigos viven en el Celinto Cateyente con vistas a Battersea y al río, no puede ser de 10 minutos, y es obligado sentarse en la terraza, tomarse una Heineken fresca y no parar de decir OH WOW como el tipo del cine.

Agradecer a los fans del Arsenal que me llevase 50 minutos llegar a casa. Al menos estaban muy contentos tras la victoria.


Bueno, voy a trabajar, que si no, no me va a dar tiempo a irme a comer doce pizzas.

No comments:

Post a Comment