Friday, March 8, 2013

Aren't you lucky?



No tengo más ganas de trabajar hoy.

Ya, ya sé que nadie trabaja los viernes por la tarde, pero yo sí. Un poco. Salvo el tiempo que he empleado en pintarme las uñas en el baño, las 7 fikas que me he echado y los 20 minutos que he estado escondida en la sala de reuniones escuchando música y viendo el trailer de RESACÓN III.

Estos días he venido a la oficina. Un par de días a la semana no es moco de pavo. No es fácil elegir la ruta sin Travelcard. Ayer sólo gasté £2.80 en el trayecto, y aunque estuve atascada en Kew durante 25 minutos detrás de una furgoneta naranja, luego obtuve 3 pintas gratis. La optimización es lo mío, chavales.

He decidido no beber más couk en casa, y ahorrar esos £3.85 e invertirlos en posesiones materiales. Estoy en una racha de querer posesiones materiales que no os lo creéis. Es una pena que ninguna de ellas exista, como una simple regadera o una alfombrilla para el ratón. Apuntadlo: quiero una regadera. Una roja, o color crema, de metal, vieja. No existen en el mundo.

El caso es que sin beber couk en casa y sin querer entrar en la dinámica de beber alcohol sola, estoy experimentando situaciones como la del miércoles por la tarde. Decidí que tres cafés habían sido suficientes, entonces me hice un té clipper organic. Me tomé el té trabajando, y vi Hitchcock. Me gustó.
Después de ese estúpido té, decidí tomarme otro. Esta vez un té verde. La verdad es que la única razón por la cual me hago tés es para que parezca que a veces hago una vida de personaje de rom-com, que se sienta en su sofá con su manta, toma té y lee su libro. Para esta pretenciosa situación cinematográfica escogí poner el disco nuevo de Nick Cave. Pensaba continuar leyendo Prozac Nation, pero me pareció ya que el universo iba a implosionar si habita en él alguien que va TAN de guay, así que cogí mi revista Empire.
Revista Empire, cigarrillo, té verde, Nick Cave. En la cuarta canción, quité el puto disco de Nick Cave, porque una cosa es querer hacer una escena de tarde lluviosa y tranquila, y otra querer morir.
Cambié a mi lista de reproducción "Temazos para vaguear en el sofá leyendo y haciendo el atrezao". Y luego solté la Empire y cogí mi té con las dos manos, con mi jersey grande con las mangas por encima de las manos (CLARO) y miré al vacío.
En ese momento mi compañera de piso me vio por la rendija de la puerta y procedió a preguntarme si estaba bien.
No es habitual que alguien como yo se dedique a hacer el atrezao de una manera tan creíble, así que supongo que la siguiente escena de la peli habría sido en la cual le explico qué pasa en mi vida. Pero no, simplemente le dije "Sí, me he quedado aquí. Así. Me he quedado".
Ah, añadir que la gata estaba en mi cama, mirando con ojos de gato que se aburre.

Todo eso realmente ocurrió porque estaba esperando a que se bajase Life of Pi en BluRay. No entendí muy bien qué le pasa con Dios, pero no está mal la película.

Bueno, ya está. Me voy a casa a dejar mi mochila, vestirme de Joan Cusack en Armas de Mujer y echarme a las calles Friday On My Mind.

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