Saturday, January 26, 2008

Odio la Moderación!


Ayer fue una gran noche de locura en cuevas y bares llenos de jebos
Car tuvo que poner mi fotolog mientras yo dormía sobre el teclao
Me despertó esta mañana "vamos Pec, tienes que levantarte" y yo pensaba "por qué diablos? es sábado! que yo sepa no tengo ningún plan...". Pero sí teníamos un plan.
Con la resaca mortífera (como la de las alimañas de la cloaca) emprendimos viaje a Recoletos para reunirnos con Aiti, de campo, Pachi y Riki. Allí vimos a GALLARDÓN paseando cabizbajo por las calles de su pronto arrebatado Madrid. JAAAA!
Con el traqueteo del tren nos fuimos a El Escorial.
Hacía un día estupendo para subir por la Casita del Príncipe.
no sabemos andar y somos mierdas sin cerebro
y eso hizo que se hiciera muy dura la subida
pero había palos y piñas para jugar
"tenga, ayúdese"
tomé una voll damm en croché cafetín
y empezó un nuevo día bueno
montamos en ballenato
comimos en italiano una muy buena pizza
y luego seguimos con el objetivo principal: tajarnos
tratamos de ir a un bar que nos iba a flipar, pero estaba cerrado.
fuimos a una terraza.
tratamos de ir a un bar que nos iba a flipar, pero seguía cerrado.
fuimos a ver casas de ricachones y al estanco a comprar tabacos inusuales: Brooklyn, American Spirit, Vogue, Amsterdammer, Marlboro blando!
y tratamos de ir a un bar que nos iba a flipar, pero seguía cerrado.
así que volvimos al croché pero había mucha gente, así que nos metimos en la chistera, pero era un poco nauseabundo, así que tratamos de ir a un bar que nos iba a flipar, pero estaba cerrado.
así que nos metimos en uno cuyo nombre ya he olvidado. allí, un viejo borracho medio inglés que hacía llorar a su mujer decía que todo el mundo era gilipollas por culpa de Zapatero y nos quería tirar el vino a la cara. Quizá fue porque Pachi le robó su boina creyendo que era de car y se la puso haciendo el estúpido.
Bajamos la cuesta con piedras en los zapatos.
Perdimos el tren (Anita no pierde el tren)
así que fuimos al Pub Hippos y tomamos otra.
Cogimos el tren
escribimos un poema
escribimos un relato
no llegamos a escribir la novela
de las ratas de ciudad
y los sacos de pulgas
Luego se rajó todo el mundo, empezando por servidora
y supongo que iré a dormir. Después de todo, mañana será otro día.

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