3 de Marzo 2012
Foto robada.
Llegó la mañana de la gran
boda de Marita y Jose Luis. La lluvia impertinente fue ahuyentada por el sol.
Yo desayuné una buena couk y una buena bolsa de El Piponazo. Qué más se puede
pedir. Ah sí, una caña justo antes de la ceremonia. Ya estaba claro quién era
el grupillo de chuzos.
El enlace civil fue muy bonito. Si bien Paolo COELLO era un
tanto innecesario, se saltaron ciertas lagrimillas entre la contención de las
risitas. Tuvimos hasta Shakespeare, amigos.
Bonito paseo hacia la iglesia para fingir que se habían
casado allí. Reímos, fumamos, admiramos a la pareja. Y luego nos fuimos a un
precioso paraje a que se oficiase la segunda ceremonia. LA LOCURA del gran
Marco fue un éxito, qué risión. Mi parte favorita, los anillos únicos. Y la
cuerda. Sobre todo tener una cuerda para atar al grillo a un poste
posteriormente me llenó de regocijo.
Hecho esto, nos dispusimos a fomentar nuestra gordura. Si no
me comí una tortilla de patatas entera es porque me daba vergüenza que se
dieran cuenta. Brillaba el sol, y pasábamos el tiempo entre ser gordos, ser
alcohólicos y fumar. Se compuso e interpretó una canción para el evento y hubo
bailes, de salón y de claqué. Y yo vi un poco más de tortilla y comí un poco
más. Sidra. Sidra. Vino. Sidra. Champán. Sidra. Vino. HELP. El cinturón ya era
historia.
Taxis en los que el grillo dice cosas inapropiadas, cambio
de ropa, más cañas. Gastrochigre, más cabrales. Pero qué rico todo. Diversión,
quiero ser una puerta, y muchas fikas. Se me acabaron las fikas. Demonios
infernales. El grillo se portó mal hasta que le hice portarse bien.
Otro bar (Gaddafi), más cerveza. Robots del amor inconscientes. Es
hora de partir. Ferio sensato y hermanos parten. Dormir, feliz.
No comments:
Post a Comment